lunes, 23 de julio de 2007

Muñón duro

Me preguntaba, en una de mis colgadas diarias, como tiene que ser tener un novio sin mano, es decir, que su mano no fuese una mano, si no una muñeca, es decir, un muñón. Algo especial, digo yo.
Por ejemplo, y ya que este es un blog pseudosexual, imagínense que un muñon las penetra: es más ancho, es más duro y es más... como decirlo... ¿lisito? Sí, algo así. Además de que la gente con muñón puede hacer infinidad de cosas, bueno, todo menos abrir botes, por ejemplo, de mahonesa, cosa que le tiene que costar un montón.
Ya saben que el amor es libre, y sino que se lo digan a mi amada, desde el sábado más, amadísima Princesa Polaca, una persona que, gracias a su boca, lo ha probado casi todo en esta vida, bueno, menos el tabaco, creo.
Con la Princesa no hablo de estas cosas (ya saben que ella de español poquito pero de griego y francés un rato), ella es alguien especial que sabe de todo menos de muñones. De nadadores, de rumanos, de humorista ingleses, de servicios públicos... pero de muñones muy poco.
Los muñones son un mundo por descubrir, algo especial, es como al que no le gusta que le coman el lobulillo de la oreja, pero que al final acaba cediendo, o al que no le gusta el reggaeton pero acaba bailando. Les recomiendo que prueben un muñón por mi, yo nunca lo haré. ¿Y entonces por qué lo recomienda? Porque alguien debe de actualizar el blog, carajo, que hay que explicarlo todo.

Aunque este, por la espada que tiene, también parece un muñón.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmmm buena idea la de probar un muñon, me suena de haberselo escuhado a alguien, no sé serán imaginaciones mias, o deliraciones que me dan en la biblioteca ne verano, pero bueno, me encanta la idea, es una forma de sacarle partido a digamos, una enfermedad.

Ana

Anónimo dijo...

¿Bermauntier?........eheh¡¡